BIIC - Biblioteca Internacional de la Izquierda Comunista
[last] [home] [content] [end] [search]

MODERNOS SUPERPIRATAS
If linked: [English] [French] [German] [Italian]


Content:

Modernos superpiratas
Source


Modernos superpiratas
[top] [content] [end]

Dentro de los altos organismos oficiales que pretenden regir, las relaciones interimperialistas, así como con los países atrasados, léase FMI, BM, etc., se ha dicho en bastantes ocasiones que cunde la decepción, sobre todo de los países atrasados, pues las perspectivas de desarrollo y de mejora de las condiciones de vida, están desde siempre truncadas.

Cuando decimos países atrasados, entendemos los países que se encuentran más atrás, en las distintas etapas del capitalismo, comparados con los que se encuentran más adelante. Estos, son los viejos países imperialistas que viven parásitos de los atrasados. Quede claro pues, que el capitalismo ha triunfado en toda la Tierra y sería reaccionario, querer hacer un campo de batalla en el que una parte, los países oprimidos y atrasados, cuya burguesía y proletariado (la una explotadora y el otro explotado hasta la muerte), se enfrentaran a la otra, los países financieros granimperialistas, los malos de la película dirigida y producida por los «progres» de todo cuño llamados también de izquierda.

Lo demuestra el hecho de que, la burguesía de los países atrasados, incluidos sus Gobiernos (en estos países la modalidad de capitalismo que se da con frecuencia es la de capitalismo de Estado), sea el partner más idóneo para la burguesía financiera de las grandes metrópolis imperialistas, en el objetivo de exprimir plusvalía al proletariado de los países atrasados. Parlo tanto, el campo de batalla hay que hacerlo entre proletariado y burguesía. Ésta, demuestra su unidad supranacional día a día con sus múltiples acuerdos de todo tipo; al proletariado no le quedará más remedio que hacerlo cuando los proletarios de los países imperialistas se sientan identificados con sus hermanos del resto del mundo, y dejen de recibir, porque la economía no lo permita, las migajas que su burguesía le adjudica del gran pastel obtenido de la explotación de todo el mundo.

Actualmente, China es un candidato firme a romper los equilibrios imperialistas a escala internacional, si se diera el caso de que el capitalismo, una vez desarrollado en el interior y con una productividad aceptable de su economía, se tuviera que lanzar a la exportación de capitales, y no sólo de mercancías, como única vía de seguir acumulándose. Esto significaría que el capitalismo chino pasaría a ser un país imperialista en el sentido moderno de la palabra, y no seria lo mismo hacer hueco en el mundo a las empresas coreanas, que a un mastodonte como China, si bien incluso el gran salto de países como Corea del Sur o Taiwan está todavía por confirmarse, pues no está claro que se vayan a zafar de las garras de los imperialismos más viejos.

Los cuatro dragones han servido en no pocas ocasiones, en los organismos multilaterales tipo FMI y BM, para que los representantes de los países financieramente imperialistas se los muestren como ejemplo a seguir a los malhumorados representantes de los países pobres, a los cuales, a modo de válvula de escape, se les permite hablar y criticar, para después pasar por ventanilla y firmar otros cuantos empréstitos concedidos tanto por instituciones públicas como privadas. El tándem FMI-BM, dominado por los países imperialistas, principalmente USA, constituyen una especie de Ministerio de Hacienda internacional, que da la calificación de solvente, con riesgo, o no solvente, de los distintos países que son blanco de los grandes bancos occidentales, según se sometan aquellos a las medidas económicas dictadas por el FMI y BM. Entre los bancos occidentales, la calificación que den estos organismos es muy respetada, ya que así la autoridad del FMI y BM se ve fortalecida y los países atrasados tienen que ceder.

Además, el FMI y BM, como no podía ser menos en la época en que el fascismo ha triunfado y el intervencionismo del Estado en la economía es inexorable, cuando la devolución de los empréstitos corre peligro, aquellos acaban asumiendo la deuda de los países endeudados, haciéndoles préstamos en condiciones más ventajosas para que salden las deudas con los bancos privados, no sin antes imponerles las condiciones más duras. Así ocurrió en Zaire a mediados de los 70, o en América Latina con el Plan Brady, etc., a semejanza de la intervención del Ministerio de Hacienda de un determinado Estado cuando quiebra un banco, que normalmente se hace cargo de él para que los circuitos de circulación del dinero no se interrumpan y no cunda el pánico. Los bancos privados prestan y vuelven a prestar para cobrar sus propios préstamos, y así hasta que la bola de nieve crece tanto que los organismos oficiales, unilaterales o multilaterales, intervienen. Recientemente hemos asistido a un caso de intervención unilateral de USA en Méjico. Las famosas Ayudas al Tercer Mundo más que ayudar a los países endeudados tienen como misión ayudar al sistema financiero internacional, para que el ciclo de circulación del capital no se vea interrumpido.

Este momentáneo seguro de vida del sistema bancario, perdurará mientras a la clase obrera mundial se le pueda seguir rebajando sus condiciones de vida, haciéndole pagar los capitales que se invirtieron y se perdieron por la crisis. En este sentido los Estados, cada vez más endeudados, llegarán a un punto en el que no tengan capacidad financiera y el pánico y el caos recorrerán el mundo a mucha mayor escala que con la crisis de l 929.

Hay otro hecho, ya explicado por Lenin en el Imperialismo, que nos permite juzgar como reaccionario un enfrentamiento Sur contra Norte, países pobres contra países ricos, etc., en pos de un mundo sin monopolios multinacionales todopoderosos, sin unos cuantos países rentistas que monopolizan el capital y la tecnología y sumen al resto de países en la miseria y en la explotación, en fin de cuentas, en pos de un capitalismo reformado.

«La ciencia oficial intentó aniquilar mediante la conspiración del silencio la obra de Marx, el cual habla demostrado, con un análisis teórico e histórico del capitalismo, que la libre competencia origina la concentración de la producción, y que dicha concentración, en un cierto grado de su desarrollo, conduce al monopolio. (...) los carteles se convierten en una de las bases de toda la vida económica. El capitalismo se ha transformado en imperialismo. (...) Admitamos que sí, que la libre competencia, sin monopolios de ninguna especie, podría desarrollar el capitalismo y el comercio con mayor rapidez. Pero cuanto más rápido es el desarrollo del comercio y del capitalismo, tanto más intensa es la concentración de la producción y del capital que engendra el monopolio. ¡Y los monopolios han nacido ya precisamente de la libre competencia!» («El Imperialismo»...)

Nosotros, comunistas marxistas, consecuentes con el desarrollo de la historia de la humanidad, vemos en la revolución comunista que dé paso a un nuevo modo de producción, el comunista, la única solución satisfactoria a las horribles condiciones de vida, a las guerras, a los desastres ecológicos, y demás calamidades en las que el capitalismo, en su fase imperialista, está obligado a desenvolverse. No excluimos por tanto, la posibilidad de que en el futuro, los centros de poder de los grandes bancos y demás monopolios, se desplacen geográficamente, lo que si excluimos es que se pueda hacer capitalismo sin explotar y llevar a la miseria a la inmensa mayoría del planeta.

Source: «La Izquierda Comunista», N° 3, Noviembre 1995

[top] [content] [last] [home] [mail] [search] [webmaster]